Este género posee varias especies de plantas cuyo interés ornamental reside principalmente en su colorista floración.
El color de las flores depende de la variedad de la especie, pero siempre resulta muy llamativa. Se presenta con la forma de un arbusto relativamente robusto, denso, que alcanza unos 60 cm de altura.
Existen numerosos cultivares con flores en tonos rosáceos. En general el cultivo y cuidado de la Erica es el mismo que el resto de las especies de Brezos donde se incluye la Calluna.
Necesitan que la humedad sea elevada manteniendo el sustrato siempre ligeramente húmedo, la mayoría de las veces el fracaso en su cultivo está relacionado con la falta de agua y el regarla con agua que contiene cal.
El suelo apropiado es aquel que sea especialmente ácido, aunque hay variedades que toleran suelos neutros. Se deben situar siempre a pleno sol.
En interior su cultivo suele malograrse por la falta de ventilación, el exceso de calor y lógicamente la falta de sol, por ese motivo es mejor ubicarlas en terrazas donde gocen de una situación soleada al menos unas horas al día.
A estas plantas les encanta las temperaturas frescas, es más, soportan mucho mejor el frío intenso que el fuerte calor. Los Brezos apenas necesitan ser abonados, cuando se utilice algún fetilizante debe ser especial para plantas ácidas y empleando dosis comedidas.
Deben podarse anualmente para que los ejemplares crezcan compactos, incluso practicar algún recorte sobre los extremos de los tallos durante su desarrollo. lo mejor es realizar una poda ligera en primavera después de la floración.